A finales de los años veinte (1927), presenta su primera exposición, de manera individual en Bruselas. Con posterioridad, se traslada junto a su esposa y musa, Georgette Berger, a la capital francesa y en 1928 coincide en una exposición surrealista parisina, junto con sus colegas Salvador Dalí, Joan Miró o Max Ernst. Grupo con el que mantuvo una relación perpetua y próxima, aunque mostrándose en todo momento fiel a su peculiar estilo pictórico. Durante de la década de los treinta, se lleva a cabo una exposición individual sobre sus trabajos en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y en 1936 debuta en tierras estadounidense en la galería Julien Levy de Nueva York. De igual modo, en este mismo año repite en la ciudad de los rascacielos participando en: Arte fantástico, Dadá y Surrealismo acogida por el MOMA.
Más adelante regresa a Bruselas, donde pasa a colaborar de forma esporádica con los surrealistas, realizando encargos selectos, y recorre el mundo participando en distintas exposiciones individuales o colectivas. La II Guerra Mundial, supone un punto de inflexión en su carrera, con un viraje en su estilo tornando hacia el fauvismo e impresionismo que lo mantendrá un notable periodo, realizando desnudos femeninos similares a la última etapa de Renoir, o terminando cuadros a grandes brochazos.
Comenzada la segunda mitad del siglo, se dedica a concluir trabajos de murales y decoraciones, colaborar en revistas, o presentar un cortometraje en 1957. Etapa en la que expone con relativa frecuencia en la galería Alexander Iolas de Nueva York, París y Ginebra. Y se organizan retrospectivas sobre su trayectoria como la de1954 en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, y en 1960 en el Museo de Arte Contemporáneo de Dallas y en el Museo de Bellas Artes de Houston. Completadas con las de sus últimos años donde se repitieron los homenajes a su carrera por todo el mundo, desde el del MOMA de N. York en 1965 al de Estocolmo o Róterdam en 1967, así como numerosos estudios sobre su vida y obra. Fallecido a causa del cáncer de páncreas que padecía, su manera de tratar los objetos más comunes y cotidianos, dejaron como legado un arte calificado como realismo mágico.
Retrato de Pierre Broodcoorens, (1921).
La modelo, (1922).
Autorretrato, (1922).
Los amantes I, (1928).
Los amantes II o El beso, (1928).
La astucia asimétrica, (1928).
El falso espejo, (1928).
Esto no es una pipa, (1928).
La evidencia eterna, (1930).
La violación, (1934).
El descubrimiento del fuego, (1935).
La lámpara filosófica, (1936).
La llave de los campos, (1936).
El principio del placer, (1937).
El tiempo traspasado, (1939).
La añoranza, (1940).
La filosofía del camarín, (1947).
Golconde, (1953).
El maestro de escuela, (1954).
El castillo de los pirineos, (1961).
El espíritu de la aventura, (1964).
El hijo del hombre, (1962).
El arte de la vida, (1967).
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