New Respecta: Joan Miró: Fuego en el alma.

Joan Miró i Ferrá (Barcelona, 20 de Abril de 1893-Palma de Mallorca, 25 de Diciembre de 1983). Los años de su infancia los pasó en Montroig, Tarragona. Pronto llega a Barcelona donde a los catorce años ingresa en La Escuela de Bellas Artes, no obstante sus comienzos no fueron muy prometedores. Tuvo que pasar una grave enfermedad, el tifus, para que se mostrara su enorme potencial como artista. Organizó su primera exposición en Barcelona, allá por 1918. Y sus cuadros, según los expertos, recuerdan al fovismo: El tejar, Paisaje con asno, La masía o La rodera, son algunas de las obras presentes. En 1919 se traslada a París, y conoce a Picasso, acercándose al cubismo. Aumenta la sencillez en los trazos de sus cuadros, y sin embargo, comienza a tener contacto con el grupo de los surrealistas. En 1921, expone en París y entra a formar parte del grupo dadaísta. Conoce las doctrinas de Sigmund Freud, y se hace afín a ellas; pintando en estos momentos La mosovera. En 1924, termina Tierra labrada y El Carnaval de Arlequín, coincidiendo con la publicación del Primer Manuscrito Surrealista. También se encarga de la decoración para la representación de Romeo y Julieta del ballet ruso. Su figura va adquiriendo cada vez más relevancia; En 1930 expone en Nueva York, y en 1937 junto con Pablo Picasso en el pabellón de España en París: Segador Catalán.
Con el tiempo las figuras de Miró se vuelven más sintéticas, sus cuadros se llenan de color, líneas y trazos. Progresivamente pierde la forma concreta y las referencias a la realidad. En sus cuadros predominan las líneas y manchas de colores puros y semipuros: rojos, azules, amarillos, verdes, negros y blancos. Su visión de la pintura, lo aleja de la perspectiva peculiar del grupo de los surrealistas.

Durante la II Guerra Mundial, vuelve a España huyendo de los nazis, donde pinta la serie de Constelaciones. En estos momentos ya es un pintor reconocido y de fama internacional, sobre todo en USA, donde se asentará a partir de 1947. En 1950, realiza una pintura mural para la Universidad de Harvard, así como el mural para la UNESCO en 1958, titulado Noche y Día (Obra por la cual le fue entregado el Premio Guggenheim Internacional, por parte del presidente estadounidense Eisenhower en 1959). Siendo los murales una de sus aportaciones más relevantes, tal y como dejaron constancia sus obras monumentales en la Universidad de Harvard Harkness Center (1961), el Pabellón de Cristal de la Exposición Universal de Osaka o en el aeropuerto de Barcelona (ambos en 1970). En Cataluña es todo un icono cultural, y se le hacen numerosos encargos institucionales, como los carteles para conmemorar el 75 aniversario del Barça. Instalado en Mallorca en la etapa final de su carrera, se dedica a la cerámica, escultura y la litografía, repitiendo los colores y formas simples o lacónicas de sus pinturas.

Fue un genio prolífico ( 2.000 pinturas al óleo, 500 esculturas , 400 objetos de cerámica, y alrededor de 5.000 dibujos y collages completan su legado), abierto a multitud de campos, y presente en casi todas las artes, dejando constancia en cada una de ellas de su extraordinaria estética propia. Desde 1975, a propia iniciativa abrió las puertas la Fundació Joan Miró en el Centre d'Estudis d'Art Contemporani de Barcelona y tras su muerte en 1992 su estudio en Palma de Mallorca se convirtió en el museo personal del artista.