Thursday, September 8, 2011

Alfred Eisenstaedt: Historia de un beso.

Alfred Eisenstaedt, fotógrafo estadounidense de origen polaco, ( Dierschau, Prusia Occidental, actual Polonia, 6 de Diciembre de 1898-Oak Bluffs, Martha´s Vineyard, Massachusetts, 23 de Agosto de 1995). Ingresa en la universidad de Berlín donde cursa estudios desde 1913 hasta 1916. Finalizada su etapa académica, cumple el servicio militar durante dos años y participa en la I Guerra Mundial donde sufrirá heridas en ambas piernas. Posteriormente empieza a trabajar como vendedor de cinturones y botones en Berlín, ocupación que desempeñará hasta principios de la década posterior (1921). Será a finales de los veinte, sin embargo, cuando de por iniciada su auténtica carrera profesional. De formación autodidacta y fascinado por una disciplina que siempre practicó (durante su adolescencia su tío le regaló una Eastman Kodak número 3 Folding Camera), pasa a convertirse en fotógrafo independiente para el Weltspiegel de 1927 a 1929, desde entonces su vida laboral se desarrollará tras el objetivo. Fotoperiodista para la Pacific Atlantic Picture Agency (Más tarde integrada en la Associated Press) durante el curso 1929-1930. Hasta que emigra a EEUU en 1935, participa en diversas publicaciones y revistas europeas de Berlín o París, tales como el Berliner Ilustrierte Zeitung, recorre los Balcanes con el Rey de Suecia, viaja por el cercano Oriente y da la vuelta al planeta en el dirigible Hindenburg. Fijada su nueva residencia en Nueva York y establecido como fotógrafo independiente para multitud de medios desde Vogue a Harper´s Bazar pasando por Town y Country. No obstante, será a partir de 1936 cuando ligue su futuro profesional al de la revista Life (fundada ese mismo año), al convertirse en habitual de sus reportajes, portadas (90 fueron de su autoría) y publicarse más de 10000 imágenes propias. A mediados de los sesenta (1966), presenta la primera de sus publicaciones: Witness to Our Time.

Alfred en 1993.
Su obra expuesta individualmente por vez primera en 1954 en el Museo Internacional de Fotografía de la George Eastman House en Rochester (Nueva York), ha sido testigo de innumerables exhibiciones posteriores y multitud de galardones, entre los que destacan: la Medalla Nacional de las Artes concedida por el Presidente George Bush dentro de una ceremonia dentro de La Casa Blanca en 1989.
De igual manera su trabajo, de una valía imperecedera, está presente en colecciones permanentes de Nueva York, Londres o Canada.
Experto retratista por sus focos pasaron personalidades fundamentales para comprender todo el siglo XX: Sophia Loren, Adolf Hitler, Ernest Hemingway, Benito Mussolini, Winston Churchill o Albert Einstein. Muchos de los cuales se convirtieron en portadas de Life.
Considerado como una de las figuras claves e icónicas del denominado fotoperiodismo, lo fue también de la fotografía con luz natural. Alfred Eisenstaedt renunció muy pronto al flash para hacer más luminosa la atmósfera de sus motivos y es uno de los pioneros de la fotografía con luz natural. Descartado el flash y demás artilugios técnicos, siempre estuvo listo para la acción: "Yo todavía uso, la mayoría de las veces, la luz existente y tratar de no empujar a la gente alrededor. Tengo que ser lo más diplomático como fotógrafo. A menudo la gente no me toma en serio porque llevo tan poco equipo y que tan poco esfuerzo. Cuando me casé en 1949, mi esposa me preguntó. "¿Pero dónde están las cámaras de verdad? ' Nunca me llevó a una gran cantidad de equipos. Mi lema siempre ha sido, "Mantén lo simple".

Día de la victoria en Times Square o El beso de Times Square (1945). 

Un marinero sostiene entre sus brazos y  besa a una enfermera en Times Square, Nueva York, el día de la victoria con motivo del fin de la II Guerra Mundial. Fotografía para la revista Life, testimonio directo del entusiasmo, alegría contenida y alivio generados por la terminación de la contienda. Alejada de la espontaneidad, la instantánea responde a un trabajo previo de escenificación, muy acorde al estilo definido de Eisenstaedt. Lo curioso reside en los protagonistas: dos completos extraños que una vez captado el momento abandonaron la escena sin ni siquiera recordar sus nombres. "El muchacho me agarró, y yo cerré los ojos. Después me dejó sola y me marché", afirmó Edith Shain. De hecho, pese a que la enfermera con el tiempo pasó a convertirse en una celebridad (falleció el pasado 24 de Junio de 2010), la identidad del marine nunca llegó a ser revelada. Parte imprescindible de la cultura social americana, en 2005 se conmemoró el 70 aniversario y en Times Square, Shain descubrió una escultura a tamaño natural bajo el título de Rendición incondicional, que representa a la legendaria pareja inmortal en manos de Eisenstaedt. Posteriormente en 2008, tal y como se aprecia en la imagen se llevó a cabo una reconstrucción de la escena original.




Bailarinas, (1930).


Patinando, (1932).


Hitler y Mussolini, (1934).


Mussolini dando un discurso en la Plaza de San Marco, Venecia, (1934).


Zeppelin Hindenburg, (1934).


Clark Gable y Jeanette MacDonald en el set de la película San Francisco, (1936).


Enfermeras en el Hospital Roosevelt, Nueva York, (1937).


Katherine Hepburn, (1938).


Hiroshima, (1946).


Albert Eisntein, (1948).


 Disfrazado de Veronika Lake junto a Bob Hope, (1949).


Winston Churchill, (1951).

Serie de Marilyn en 1953.








Niños reaccionando en un espectáculo de títeres de París, (1963)


Shopia Loren en el film: Matrimonio a la italiana, (1964).


Junto a Sophia Loren, (1969).


Thomas Hart Benton con su autorretrato, (1970).

Los meses de Agosto y Julio del calendario publicado por Life en 1973.





Disfrazado de Groucho Marx en 1976.


La familia Clinton en 1993.

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