José Clemente Orozco, pintor, litógrafo y muralista mexicano, (Ciudad Guzmán, 23 de Noviembre de 1883-México, 7 de Septiembre de 1949). Inicia su formación en la capital ingresando en La Escuela Nacional preparatoria y en la Escuela Nacional de Bellas Artes, para continuar desde 1908 hasta 1913 en La Academia de San Carlos. Lugar en el que por petición expresa de la familia, cursó estudios de Ingeniero agrónomo que tan sólo un año después aparcó para dedicarse por completo a la actividad pictórica. Durante esta época destaca su presencia en la primera exposición nacional de pintura mexicana en 1910, así como sus colaboraciones como caricaturista en algunas publicaciones y la plasmación de los ambientes nocturnos de la ciudad en una serie de acuarelas con clara tendencia expresionista. Será posteriormente en 1916, cuando expone por primera vez de manera pública en la libreria Bilbos de la capital mexicana, con cerca de un centenar de obras con marcado contenido social. Dentro del periodo revolucionario en el que se vio inmerso el país dedicó sus dotes artísticas a la colaboración en diversas revistas de clara tendencia política y afín a sus ideales progresistas. Perteneciente desde comienzos de la década de los veinte al sindicato de pintores y escultores, junto y entrando en contacto con Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, conforma el grupo de los "tres grandes" y se convierte en una de las cabezas visibles del genuino movimiento muralista mexicano. Su figura pública en este sentido y a partir de este momento, se ve engrandecida con la llegada al poder del nuevo gobierno tras la victoria revolucionaria. En consecuencia y debido al homólogo discurso de artista y estado, se le encarga que lleve a cabo la que sería a la postre su primera obra de gran relevancia: Los frescos para La Escuela Preparatoria Nacional (1922-1927). Posteriormente de 1927-1934, se traslada a EEUU, donde llevará a cabo numerosos encargos y pintará algunos de los murales de mayor relevancia en toda su trayectoria profesional (referidos en la parte final). Desde 1935 retorno a México, dando rienda suelta a su potencial con inmensas creaciones en las principales instituciones del país, y participando en su última etapa junto Rivera y Siqueiros en la comisión de pintura mural del Instituto Nacional de Bellas Artes en 1946. Año en el que además se le concedido el Premio Nacional de Bellas Artes. Poco tiempo después en 1949, fallecería a los 65 años de edad. ![]() |
| Los "tres grandes" de izq. a dch.: Siqueiros, Orozco y Rivera. |
| Autorretrato (1946). |
Su trabajo, de una inmensa valía y extraordinaria cantidad se halla presente en las ciudades e instituciones mexicanas más relevantes, tal y como sucede en El Palacio de gobierno (1936-1939) y La Suprema Corte de Justicia (1941) en Guadalajara o La Escuela Nacional de maestros (1945) esta vez en Ciudad de México. No obstante pese a gozar de gran relevancia en su país no se restringió únicamente a los circuitos nacionales, ya que una parte considerable de su prolífica producción puede apreciarse en diversos puntos de
la geografía estadounidense.
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| Civilización americana (1932). |
Por último hacer referencia a las influencias que se pueden vislumbrar en sus pinturas, incluyen a autores de la talla de: Francisco de Goya, Caravaggio, Diego Velázquez e incluso el genial Toulouse Lautrec; o el hecho de ser consderado el autor de fresco con mayor valía desde el periodo renacentista.
Cortés y Malinche (1926).
Soldaderas (1926).
Prometeo (1930).
Zapata (1930).
Mural en las paredes de la biblioteca del Darmouth College ( New Hampshire, 1932)
Extracto del anterior, titulado: Dioses del mundo moderno (1932).
Otra parte del mural original, titulada: Civilización americana (1932).
El hombre de fuego (1937).
Detalle del hombre de fuego.
Mural en El Palacio de Gobierno de Guadalajara (México, 1940).
Mural en El Palacio de Gobierno de Gaudalajara (México, 1940).
Cristo destruye su cruz (1943).
Boceto del anterior (1943).
Prometeo (1944).
Autorretrato (1946).













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