Autorretrato, 1944. |
Asimismo, brillante en el manejo de la pluma. Los temas del idealismo, esoterismo, alegorías o la cábala son estandartes y férreas convicciones plasmadas, entre otros, en su libro: "Diálogo entre nosotros. Argumentación cabalística, ocultista, idealista." de 1895 e inmortalizadas en gran parte de su obra pictórica. De esta manera, la extensa relación de ideas ocultistas escritas, es decir: la creencia en la reencarnación, la existencia de un fluido divino en los cuerpos, en el éxtasis o la telepatía, están directamente relacionadas de forma evidente con toda su obra y explícitamente manifestadas en dos de sus trabajos más célebres: El ángel del esplendor y Los tesoros de Satán.
Profesor en la Escuela de Bellas Artes de Glasgow de 1900 a 1905, y director de La Academia de Bellas Artes de Bruselas hasta 1937, obtuvo un reconocimiento en vida, pronto relegado al olvido durante décadas. Sin embargo, en la actualidad, su obra de nuevo valorada, ha recuperado el vigor que en ningún momento debió perder. La de un artista imprescindible, y defensor de una concepción del arte que para muchos es necesario reivindicar: " El arte, lo es, si confluyen tres factores: la belleza espiritual, la belleza plástica y la belleza técnica."
Parsifal, (1890).
Retrato de Mrs. Stuart Merill, (1892).
Orpheus, (1893).
Fin de una era, (1893).
El ángel del esplendor, (1894).
Los tesoros de Satán, (1895).
El amor de las almas, (1900).
Prometheus, (1907).
La ley moral, (1914).
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